La escasez de mano de obra cualificada se está convirtiendo en un serio problema para un país como España, en el que el 93,15% del tejido empresarial está formado por pymes de menos de diez empleados, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En ese contexto, el Gobierno está reforzando la Formación Profesional (FP) como una estrategia clave para diversificar la oferta formativa atendiendo a las necesidades reales de las empresas, al tiempo que se aborda el objetivo de reducción del paro juvenil. En el primer Consejo de Ministros del nuevo curso político, el ejecutivo aprobará la asignación de más de 867,28 millones de euros a las comunidades autónomas para acciones de Formación Profesional destinadas a la población activa.
Distribución de los fondos. El comunicado del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes indica la mayoría de estos fondos irán destinados a programas para la Formación Profesional de personas desempleadas. Se destinará una asignación de 696,5 millones de euros provenientes de los Presupuestos Generales del Estado. 145,9 millones de euros se asignarán a programas de formación especializada para empleados en activo. La partida presupuestaria también destinará 24,8 millones de euros para programas específicos de formación organizados por las comunidades autónomas para ambos grupos.
Esta nueva partida de fondos viene a complementar los 500 millones de euros que el Ministerio de Trabajo y Economía Social aprobó en julio para la concesión de subvenciones públicas para la ejecución de programas de formación de ámbito estatal recogidas en 3.532 especialidades formativas para los ejercicios de 2024 a 2027.
Crecimiento de la Formación Profesional. La demanda de plazas en Formación Profesional no ha dejado de crecer en los últimos años, sobre todo desde la aprobación de la Ley de la Formación Profesional. El número de estudiantes de FP ha crecido un 35% en los últimos seis años, alcanzando los 1.132.364 alumnos en formalizaron su matrícula en el curso 2023-24.
El Informe Infoempleo Adecco sobre Empleabilidad y Formación Profesional publicado en 2020 ya apuntaba al crecimiento de la Formación Profesional con un 38,76% de las ofertas de empleo solicitando candidatos con esta formación. El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes pretende reforzar durante esta legislatura esta opción formativa creando 330.000 nuevas plazas de FP.
Inversión y resultados. El modelo formativo de la FP se ha ido reforzando en los últimos años equiparándose a los modelos de formación universitaria. Desde 2019, la inversión en FP ha aumentado un 865%, superando los 6.500 millones de euros. Esta apuesta por la formación de empleados en especialidades que demandan las empresas se ha traducido en unas tasas de inserción laboral cercanas al 90%.
Los datos publicados por El País indican que los programas de formación continua para la población en activo se han duplicado, aumentando del 11,41% al 20% en dos años. Parte del éxito de las cifras de crecimiento que ha alcanzado la Formación Profesional en España también se deben a las iniciativas formativas para obtener el Certificado Profesional. Esta formación se creó para que aquellas personas que han ejercido una profesión durante muchos años, puedan acreditar esos conocimientos con una titulación oficial.
Formarse en las empresas. Las empresas han sido las principales interesadas en la consolidación del nuevo modelo de Formación Profesional que entró en vigor en diciembre de 2021. Con este nuevo modelo, se incrementa entre el 25% y el 35% el tiempo de formación en las empresas y se implican en la evaluación de los alumnos y en los contenidos formativos que se imparten.
La inversión en Formación Profesional también supone una herramienta crucial para reducir el desempleo juvenil, que aunque los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) apuntan a una ligera mejoría en los índices de paro juvenil, continua siendo elevado, con un 27,7% entre los menores de 25 años. Esto sitúa a España a la cabeza de Europa en paro juvenil, donde casi se duplica la media europea situada en el 14,9% según datos de Statista.
Imagen | Unsplash (Syd Mills)
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KRSupman
Es impresionante cómo este gobierno de izquierdas continúa demostrando que su único objetivo es mantener a la población en una constante dependencia del Estado, y esta vez lo hace bajo la fachada de la Formación Profesional (FP). Detrás de estos 867 millones de euros, no hay más que un intento de perpetuar una masa de trabajadores sin la ambición o los medios para salir del círculo vicioso del asistencialismo. El mensaje es claro: quieren crear un ejército de obreros dóciles, sin visión ni posibilidades de emprender, que sigan confiando en el gobierno para cada aspecto de sus vidas.
La economía de un país no se fortalece alimentando la dependencia. Se robustece incentivando la innovación, el emprendimiento y apoyando a las pymes, que son, sin duda, el verdadero motor de empleo en España. Según datos del *Instituto Nacional de Estadística*, las pymes generan más del 60% del empleo en el país, lo que contrasta con la obsesión del gobierno por fomentar una formación que, lejos de potenciar el talento, lo encasilla en empleos de baja cualificación. ¿Dónde está la inversión en innovación, en ciencia y tecnología? ¿Dónde está el apoyo a los jóvenes emprendedores que quieren crear sus propias empresas y no depender de un salario mediocre?
Este gobierno prefiere gastar cantidades ingentes de dinero público en una formación que parece diseñada más para mantener contentos a sus votantes que para crear verdaderas oportunidades. Mientras tanto, las empresas enfrentan cada vez más trabas burocráticas, impuestos asfixiantes y una legislación laboral rígida que desalienta la contratación. En lugar de facilitar la vida a los empresarios, que son quienes realmente sostienen el país, el gobierno prefiere fomentar un modelo donde la juventud no aspire a más que a ser una pieza más en el engranaje del Estado.
Este enfoque no solo es contraproducente, sino que va en contra de la verdadera igualdad de oportunidades. En una economía sana, los recursos se invierten en crear un entorno propicio para que cada individuo, sin importar su origen, tenga la posibilidad de crear riqueza, innovar y crecer. Este es el verdadero significado de una sociedad libre y próspera, no una en la que el gobierno decide tu destino laboral desde la adolescencia.
Y para aquellos que nos tachan de fachas o ultraderechistas por defender la libertad individual, el emprendimiento y una economía verdaderamente productiva, les diré esto: no es extremismo querer que cada persona tenga la oportunidad de forjar su propio destino, sin depender de las migajas que le arroje el Estado. Es simple sentido común. Llamar extremismo a la defensa de la autonomía y la responsabilidad personal solo revela la falta de argumentos de quienes, incapaces de sostener sus ideas, recurren a descalificaciones vacías. La verdadera radicalidad está en pretender que el éxito de un país se base en una ciudadanía sumisa y dependiente.
Usuario desactivado
Edito: no se porque el mensaje no se ha quedado en respuesta a KRSUpman. :/
Buenas, no seré yo quien esté a favor del gobierno. Y si, desde luego que hace falta fomentar la actitud emprendedora y mejorar el conocimiento financiero y de gestión de empresa, y por supuesto, no maldecir a los empresarios usando de ejemplo a los 4 o 5 sin vergüenzas de grandes empresas (muchas vinculadas a partidos y la política).
Dicho esto, discrepo en tu visión del FP. Lo dice una persona que primero hizo FP de grado superior y luego carrera y ahora está bastante orientado a la gestión de negocio.
Si tenemos que definir una modalidad en la que te enseñan a ser currito, esa es la universidad sin duda. Pensar que la FP por ser más fácil y más corta está menos habilitada para el ejercicio del autoempleo es una falsa correlación y un error. De hecho es todo lo contrario. El FP está muchisimo más orientado al autoempleo (depende de muchos FP, claro) y tiene materias enfocadas a ello.
Con una especie de FP+ o FP mejorado, estoy seguro de que se abrirían más empresas. Date cuenta que alguien que estudia un FP es alguien que quiere trabajar y no se quiere tirar X años estudiando una carrera. Además, la tasa de empleabilidad del FP es mucho mayor.
La realidad es que por ejemplo en informatica para hacer un proyecto, con alguien experimentado (que puede ser fp o ingeniero) y muchos programadores (perfectamente provenientes de fp) van que chutan.
Yo en la universidad aprendí a hacerte filigranas con las mates y el origen de gran cantidad de conceptos, con sus demostraciones y demás entre otras muchas cosas. Utilidad a dia de hoy? Cero. En mis 15 años de experiencia laboral no he usado el 50% de las cosas allí aprendidas para nada. Y del 50% restante, la mitad (25%), ocasionalmente.
Mucha gente te dice que esas asignaturas te enseñan a razonar... Mi respuesta: eso es matar moscas a cañonazos y el aprovechamiento es mínimo frente a otros métodos con los que se consigue más rápido y más eficazmente.
A llevar una empresa se aprende de una manera: gestionando empresas.
Y ahí los conocimientos que importan están relacionados con ese tema, por lo que da igual carrera, fp o lo que sea, que con 2 cursos de udemy aprendes más sobre ese tema (a nivel teórico, claro) que lo que ves en la universidad.
josemaredondo
Primera cosa que hace bien este gobierno
amzaldua
¿Hay FP de oficios tradicionales de construccion? (albañileria, fintaneria, carpinteria, pintura…) es practicamente imposible encontrar gente profesional en estos sectores. Casi siempre es gente que va por su cuenta y lo habitual es encontrarselos sin vocacion alguna, solo fachada)
franloren
Pero si ahora todos los jóvenes quieren ser youtubers, influencers y demás mandangas....que ganas de tirar el dinero.
KRSupman
No está mal...
imf017
Creo que el problema aquí no es la falta de formación oficial (que de hecho, hay y mucha), sino lo que ya ha comentado otro usuario: los niñatos de la generación de cristal no quieren arrimar el hombro, sino que quieren ser youtubers, influencers y mierdas por el estilo. No son capaces de despegar los ojos de la pantalla, y si la tendencia sigue así, en una generación más (suponiendo que estos genzers sean capaces de reproducirse), no serán capaces de hacer absolutamente nada si no es a través de la pantallita.
Ahora mismo estamos importando talento extranjero para hacer labores de fontanería, albañilería, etc. Y aun así, muchos de los que importamos tienen ya una cierta edad (rondando la treintena): es difícil ver gente de 20 años dedicándose a estas tareas.
Esto es un problema social, y eso no se soluciona invirtiendo el dinero solo en la FP.
relectron
¿Falta talento o faltan salarios?